Hermanas Walsh

sábado, 28 de febrero de 2009

EL DIARIO DE MARIAN KEYES. ENERO 2009, PARTE I



15 años sobria!
Accidentalmente, caminata en los Andes.
Él mismo se rompe un dedo!
ANTES de los Andes!


Hola amigos, y ya estamos en febrero, el comienzo de la primavera, por lo menos en Irlanda. Él mismo, que NO es irlandés, dice que todavía no es primavera y mirando por la ventana esta mañana, con todo cubierto de nieve, puedo entenderlo. (Una pequeña historia sobre Él mismo por no ser irlandés. Luka, (sobrino, 7 años), que vive en la República Checa, pero cuyo padre (mi hermano Niall) viene de la República de Irlanda y cuya madre (Ljiljana) viene de Serbia, se horrorizó al descubrir que Él mismo no era, como sospechaba durante los últimos 7 años, de Irlanda. “Pero”, protestó, “pero, ¿de QUÉ república vienes?” ¿Es divertido? ¿O es sólo una de esas historias que crees que son superdivertidas simplemente porque conoces al adorable niño que lo dijo? Si es así, mis más humildes disculpas. Todos los demás pensamos… ¿de qué república vienes? ¡Bueno! ¡Cómo nos reíamos! Y deberías haber visto su carita… Vale, lo siento, de acuerdo).

Sí, bueno, mira, fui a Chile con Él mismo. Siento muchísimo no haber mencionado esto hasta ahora, pero en vista de que la economía mundial se está quebrantando, nos estábamos planteando seriamente si ir o no. La cuestión es que estaba reservado hace más o menos un año, antes de que todo se hubiera vuelto demasiado horrible y, por favor, perdóname por la preocupación que esté causando al contar esto. De verdad lo digo. Conozco gente que ha perdido su empleo y hay muchos más en la misma situación, así que me parece demasiado insensible haberme ido de vacaciones cuando la vida se ha vuelto tan dura para tanta gente, pero como he dicho, estaba reservado hacía mucho tiempo y lo habíamos pagado casi todo, así que al final decidimos ir. ¿Te importa si te lo cuento? Si te importa, no leas esto. Pero para los que les gustaría leerlo, sólo tened en cuenta que esta recesión no durará para siempre y puede que os dé ideas para cuando las cosas vuelvan a estar bien.





Todo empezó porque tengo una “obsesión” con la Isla de Pascua. Una combinación de “obsesiones”. Los cientos de enormes cabezas de piedra tallada punteada sobre el lugar, el ser la isla habitada más remota del planeta, etc. Y como pertenece a Chile, tienes que volar desde Santiago y Él mismo dijo que si íbamos a ir a Santiago, que fuéramos por favor al Desierto de Atacama. Por favor. Ya ves, Él mismo está subscrito a una revista llamada Wanderlust y siempre está instando a la gente a ir a lugares remotos y accidentados. Entonces viene a buscarme, con su Wanderlust en la mano, tratando de convencerme para que vaya con él a lugares lejanos y subdesarrollados. Antes yo solía decir: “¿Hay tiendas? ¿Hay algún outlet de Prada? Y bien, ¿lo hay? ¿No? Genial, no. Pues largo de aquí y llévate tu ridícula revista contigo”. Y él se largaba con la cabeza inclinada, bueno y castigado. Pero ahora soy diferente. No tengo ni idea de cuándo se produjo el cambio, pero ahora estoy abierta a la «actividad» de ir vacaciones, muy en forma. Todavía no soporto la humedad en el pelo, pero caminaré. Oh, sí. Incluso con esa horrible y muy poco atractiva ropa “técnica”. Subir colinas y esas cosas. Así que le garanticé de buena gana que iríamos al desierto de Atacama y salimos. Primero a la Isla de Pascua. Que era tal y como esperaba y mejor. Había cabezas talladas POR TODAS PARTES, hay cerca de 900 y están esparcidas por la isla. De todas formas, la isla, hecha de volcanes, está libre de la fealdad de lo moderno. Sólo hay una ciudad y alguna que otra construcción y no hay red eléctrica ni basura y ni siquiera parece que esté en medio del Pacífico, me recordaba al condado de Clare. Excepto porque hacía calor. Y ahí acaba la comparación. La población es de 4500 habitantes y todos se conocen entre ellos y realizan unos 13 trabajos diferentes, - conocimos a un pescador que es azafato en Lan Chile – hay 6000 caballos semi-salvajes y la gente son una mezcla de Dios sabe cuántas razas diferentes porque los colonizadores siguieron viniendo y mezclándose con ellos, pero hay una fuerte tendencia polinesia y, como resultado, son INCREÍBLEMENTE guapos. La primera persona que conocimos en el aeropuerto fue una chica llamada Tammy y deberías haberla visto, los ojos con forma de almendra y la piel radiante y el pelo largo y brillante. Pero lo más increíble era que los hombres eran incluso más guapos aún que las mujeres. Madre de Dios. Es difícil describirlos sin sonar como una vieja lasciva. Vale. Son grandes. Altos y muy musculosos y con grandes pechos y con bonitos tatuajes de estilo polinesio y se quitarán la camisa en menos que canta un gallo. Bronceados, de ojos marrones (la mayoría), pero lo mejor, lo verdaderamente bueno de todo, es su pelo. Largo y lustroso y espeso y ondulado, pero nunca de forma femenina. MATARÍA por tener un pelo así. Y usan unos complementos geniales, como yugos de plumas en el pelo o colgantes de conchas o brazaletes con dientes de tiburones, ya sabes. Pero sobre todo las cosas en el pelo. Tenía la impresión de que esos jóvenes (todos aparentaban 22 años, pero seguramente no podían tener TODOS esa edad) pasaban la vida tonteando con las chicas que iban de vacaciones. Teníamos un “guía” que fue corriendo por la ladera de un volcán siguiendo la pista de dos chicas rubias, dejándonos a Él mismo y a mí tragándonos el polvo. Cuando finalmente lo alcanzamos, nos señaló vagamente la dirección de los petroglíficos y las demás maravillas arqueológicas donde habíamos estado después de hacer una excursión por un lado del volcán para apreciar las vistas y luego se marchó con las chicas rubias. Él mismo y yo nos esforzamos por buscarnos la vida y poder ver algo, cuando volvió el muchacho con la frialdad, sí, con la sangre fría, de preguntarnos si teníamos un bolígrafo (para apuntar el teléfono de las rubias, claro). Quizás sea poco amable por mi parte criticar al chico, pero en defensa propia diré que él sabe a qué me dedico, él sabe que yo escribo cosas de mi vida. Y es que hizo una larga, larga toma suya y de su pelo con la cámara de Él mismo, ya sabes a lo que me refiero. Esto es una señal de lo mal que fueron las cosas – a Él mismo le molestó mucho. Yo siempre me estoy enfadando, pero Él mismo casi nunca lo hace. Así que cuando nuestro hombre nos preguntó si teníamos un boli, lo miré fijamente muy seria, pero Él mismo dijo, con un tono poco convincente, “…er, no. ¡Ah, no! No tengo”. Y mientras volvíamos montaña abajo, Él mismo me susurró, “en realidad, tengo un boli.” Yo le susurré a él, “lo sé”. Él mismo siempre lleva un boli. Él mismo es una persona muy organizada. Por eso me casé con él. Bueno, esa es una de las razones. Pero todos los demás guías fueron estupendos, de verdad. Encantadores, informando bien de las cosas y centrados. Con un pelo precioso.

2 comentarios:

  1. Es un viaje muy "sui géneris" (XD) de la mano de la Keyes. realmente no necesitaban guía; con Marian Keyes comentando ya sería suficiente... Gran traducción. Parece mismamente uno de sus libros. Queremos más!!!

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  2. Mi trabajito me ha costado, pero es que es tan maravillosa que ha sido una gozada traducirla. Igual me vicio y cojo la costumbre!!

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